Universidad de La Laguna (Tenerife, Islas Canarias)

19 al 21 de julio 1999

La XXVII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Química se celebró campus de Guajara de la Universidad de La Laguna (Tenerife – Islas Canarias). En esta ocasión la Bienal congregó a 318 congresistas, la mayor parte de ellos procedentes de nuestra geografía nacional, si bien se pudo contar también con la presencia de destacados químicos provenientes de varios países de la UE (Francia, Alemania, Holanda, Gran Bretaña, Portugal), así como de la América Latina (Chile, Cuba, Perú, México, Uruguay).

XXVII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Quimica - La Laguna (1999)

En la imagen: De izquierda a derecha: D. Juan José Nava Cano, Director General de Feique; D. Carlos Mingarro Lasaosa, Decano-Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos de España; D. Carlos Pico Marín, Presidente de la Real Sociedad Española de Química; D. Miguel Angel Esteso Díaz, Presidente de la XXVII Reunión Bienal; D. Luis Oro Girald, Vicepresidente de la Real Sociedad Española de Química; y D. José Manuel García, Director General de Sigma-Aldrich Química, S.A.

El balance científico de estas jornadas puede cuantificarse mediante los siguientes números: se presentaron 2 Conferencias Plenarias (Dr. Pierre Braunstein, Premio “Miguel Catalán- Paul Sabatier” y Dr. Hans-Heinrich Limbach, Premio “Hermanos Elhuyar-Hans Goldschmidt”), 7 Conferencias Invitadas (Dres. Pedro Gili Trujillo, Bruno Chaudret, Felipe Hernández Luis, Luuk k. Koopal, Ángel Gutiérrez Ravelo, Freek Kapteijn y Francisco García Montelongo), 37 Ponencias Orales y 183 Ponencias mediante póster, desarrolladas todas ellas en 14 simposia específicos.

Además hay que destacar la introducción, bajo el epígrafe de “Paneles Temáticos”, de 2 debates sobre sendos problemas que, en el momento presente, constituyen preocupaciones fundamentales de nuestra sociedad. Dichos Paneles Temáticos fueron: “La Química en la enseñanza secundaria y en los nuevos planes de estudio universitarios”, en el que actuaron como Conferenciantes Introductorios los Dres. José Mª de Ramón Bas (Subdirector General de Ordenación Académica del MEC) y Francisco García Montelongo (Decano de la Facultad de Química de la Universidad de La Laguna) y como ponentes los Dres. Antonio Navarrete Guijosa (Ponente LOGSE de Andalucía), Pilar Escudero González (G.E. de Didáctica de la R.S.E.Q.) y Ernesto Castañeda Martín (Coordinador de COU, UCM), y “La investigación química y la industria y su incidencia sobre el medio ambiente” (cuyas Conferencias Introductorias corrieron a cargo de los Dres. Luis Oro Giral (Universidad de Zaragoza) y Juan José Nava Cano (FEIQUE), actuando como ponentes los Dres. Ramón Mestres Quadreny (Universidad de Valencia), José Luis Sobrino (Dtor. General de Técnicas Reunidas), Rafael Rodríguez Martínez (Dir. Gral. de Industria del Gobierno de Canarias) y Sebastián Delgado Díaz (ANQUE de Canarias).

Dentro de la programación de actos de la “XXVII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Química», se incluyó un Acto Plenario de entrega de Premios y de Medallas. Las Medallas de Investigación otorgadas por la Real Sociedad Española de Química, fueron recogidas por los galardonados, Dres. José Barluenga Mur (1997) y Pascual Royo Gracia (1998) quienes, posteriormente, realizaron una semblanza de su dilatada trayectoria investigadora. Se entregaron los Premios a Investigadores Noveles correspondientes a 1997 (Dra. Begoña Bartolomé Sualdea) y 1998 (Dres. María del Mar Villamiel Guerra y Luis Sánchez Granados).

El apartado de actividades lúdicas recibió también una adecuada atención. Dentro del mismo merece mención expresa la Excursión a “Las Cañadas del Teide” que pudieron disfrutar tanto los congresistas como sus acompañantes. Las Cañadas del Teide, rincón emblemático de Tenerife, es punto de encuentro obligado entre el visitante y la Isla. Al disfrute en la contemplación del cambiante paisaje que acompañó la ascensión desde la Villa de La Orotava, se unió el descubrimiento de los paisajes lunares de Las Cañadas y la contemplación de la grandeza de sus formaciones volcánicas, fruto del paso de los tiempos, siempre bajo la atenta mirada del majestuoso Teide. Y como colofón, quienes esgrimieron un mayor espíritu de aventura, tuvieron un regalo en la contemplación del espectacular Acantilado de los Gigantes, en el sur de la Isla.

El desarrollo de esta XXVII Reunión Bienal, además de posibilitar la discusión científica sobre los aspectos que ocupan nuestro quehacer cotidiano, permitió compartir muchos minutos de amistad. Amistad que, en unos casos, venía de antiguo y que reverdeció y se acrecentó al abrigo de la tierra canaria, pero que, en otros, nació con la excusa del encuentro científico. El Comité Organizador, sintió en todo momento esa amistad.