Recientemente se ha publicado la lista de becas ERC Consolidator concedidas en la convocatoria 2024. Los Drs. Jesús Campos del IIQ-CSIC en Sevilla y César Rodriguez-Emmenegger del IBEC en Barcelona han visto reconocida su labor con la concesión de sendas becas ERC Consolidator, en una convocatoria altamente competitiva. Ambos recibirán una subvención de 2 millones de euros para el desarrollo de sus proyectos en los próximos 5 años.

Jesús Campos se doctoró bajo la supervisión del Prof. Ernesto Carmona en la Universidad de Sevilla. Como investigador postdoctoral, se incorporó a las universidades de Yale en grupo del Prof. R. Crabtree y Oxford con el Prof. S. Aldridge. En 2016 regresó a Sevilla con un Marie Curie Fellowship y, un año después, obtuvo una plaza de científico titular del CSIC en el IIQ. En ese mismo año también logró una ERC Starting Grant para el diseño de sistemas moleculares cooperativos. Su destacada labor investigadora se ha visto reconocida con varios premios incluyendo el Premio a Investigadores Jóvenes Lilly/RSEQ o el reciente Premio GEQO a la Excelencia Investigadora.

El proyecto para el cual ha logrado financiación BiMetalGAS se centra en el desarrollo de catalizadores bimetálicos innovadores para la transformación catalítica de tres gases muy comunes: dióxido de carbono (CO₂), óxido nitroso (N₂O) y amoníaco (NH₃). Como ha señalado el investigador “Estos gases son baratos y abundantes, pero químicamente muy estables, lo que dificulta su uso en síntesis química. Este proyecto pretende diseñar sistemas moleculares basados en la cooperación entre varios metales que sean capaces de activar la reactividad de dichos gases. Con ello se busca revolucionar su uso, sentando así las bases para procesos químicos más ecológicos y eficientes”. Con el objeto de implementar procesos catalíticos prácticamente inexplorados o desconocidos basados en estos gases, este proyecto explotará sinergias bimetálicas compuestos que posean entornos de baja coordinación, accesibles mediante el diseño de cavidades moleculares bien definidas. La cooperación entre dos metales activos permitirá activar los gases inertes, mientras que los efectos de confinamiento darán acceso a selectividades y transformaciones poco convencionales. Con todo ello, el proyecto contribuirá a la búsqueda de procesos químicos más ecológicos y eficientes. BiMetalGAS podría tener un impacto significativo en la sostenibilidad de la industria química ya que los catalizadores desarrollados permitirán sentar las bases para una futura producción de moléculas esenciales como fertilizantes, fármacos o polímeros, utilizando gases baratos y abundantes.

Por su parte, César Rodriguez-Emmenegger, Salto (Uruguay), es Profesor de Investigación de ICREA y director del grupo Materiales Interactivos Bioinspirados y Sistemas Protocelulares en el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) en Barcelona, España. Estudió Ingeniería Química (2006) en la Universidad de la República, Uruguay, y obtuvo un doctorado en Biofísica y Química y Física de Macromoléculas en el Instituto de Química Macromolecular (IMC) de Praga. Tras realizar estancias postdoctorales en el Instituto de Tecnología de Karlsruhe y la Universidad de Pensilvania, el Dr. César formó su primer grupo en el IMC y luego como Líder de Grupo Junior en el Instituto Leibniz de Materiales Interactivos (DWI) en Aquisgrán (2016-2022) antes de unirse al IBEC.

El proyecto financiado, PhagoSynCell, tiene como objetivo combatir uno de los desafíos de salud global más urgentes: las bacterias resistentes a los antibióticos. La resistencia a los antimicrobianos plantea una amenaza crítica para la salud global, aumentada por la desaceleración del desarrollo de nuevos antibióticos. El proyecto se centra en capturar la esencia de la fagocitosis, un proceso biológico fundamental donde las células engullen y destruyen entidades dañinas, y aprovecharlo para combatir bacterias resistentes a los antibióticos. Como indica el Dr. César: “El objetivo es diseñar células sintéticas microscópicas que puedan «cazar» y eliminar patógenos, incluidas aquellas resistentes a los antibióticos. Para formar esas células, diseñaremos macromoléculas y programaremos en su estructura primaria, secundaria, y topología como han de ensamblarse, i.e. uniremos la escala molecular con la microscópica. Una innovación clave en este proyecto es que el mecanismo de eliminación de bacterias que imaginamos no depende de medicamentos. Al evitar agentes farmacéuticos, este enfoque circunvala las algunas de las complejidades regulatorias asociadas con los tratamientos basados en fármacos. Más importante aún, elimina el riesgo de fomentar nuevas formas de resistencia, un desafío global apremiante en el uso de antibióticos”. Asimismo señala: “Veo PhagoSynCell como el primer paso para abrir camino a una nueva clase de terapias que no actúan como medicamentos tradicionales, sino que emulan las funciones de los sistemas vivos. Me gusta llamarlas «terapéuticas cuasi-vivas». Este proyecto representa un paso audaz hacia el aprovechamiento de los principios de la naturaleza para resolver algunos de nuestros desafíos médicos más críticos, ofreciendo un vistazo al futuro de la biomedicina.”

Desde la RSEQ queremos darles la enhorabuena por este merecido reconocimiento a su labor científica.